"La Clemenza di Tito" y la sostenibilidad

ABAO estrenará en Bilbao, el día 22 de enero, la obra maestra de Mozart "La Clemenza di Tito", dirigida por Riccardo Frizza. Analizando el mensaje de la obra, se extrae el paralelismo entre la moral que guía las acciones de Tito y los valores que rigen cada decisión de Fineco: anteponer el bien común a los deseos del ego más individualista, por la supervivencia y sostenibilidad, bien sea de un imperio o de un proyecto como el de Fineco. 

 

LA clemenza di tito

La “Clemenza di Tito”, como muchas de las grandes obras maestras de la ópera, narra los dramas amorosos de distintos personajes ficticios, entrelazados entre sí y con un trasfondo político. Curiosamente y para destacar lo convulso del momento histórico, fue compuesta para la coronación de un rey, Leopoldo II de Austria rey de Bohemia, pero estrenada en plena Revolución Francesa, con lo que ello implicaba para la monarquía absolutista a nivel global.

Wolfang Amadeus Mozart construye una de sus obras más introspectivas desde el punto de vista psicológico y abordando el tema con tramos considerados auténticas joyas musicales dentro de su, ya de por sí, amplísimo repertorio.

Como decíamos, en esta pieza podemos encontrar a un emperador que, contra toda la tradición y los mitos absolutistas, muestra clemencia cuando ha sido traicionado. La tragedia se convierte en luz moral con la amplitud de miras de un Tito que cree más en el bien común de su imperio que en la fría y fugaz venganza.

Ese pensar más en el conjunto de la sociedad que en tu “yo” más primario, constituye un elemento fundamental en Fineco. Ya no solo como inversor de los ahorros de nuestros clientes, sino también como entidad en sí misma, a través de nuestra política de responsabilidad social corporativa.

Todo lo anterior se puede resumir en un concepto fundamental en nuestra visión. El concepto de “utilitas”, que se traduce como ser y sentirse útil. Nuestro objetivo como empresa sostenible pasa porque la compañía facilite el que los diferentes grupos de interés con los que se relaciona consigan alcanzar sus objetivos legítimos a largo plazo de forma armónica y sostenible:

Los accionistas, alineando los intereses de todos ellos y contribuyendo con nuestros beneficios al desarrollo económico y social; Los clientes, creciendo sin dejar de lado sus objetivos y demostrándolo al no tener reclamaciones, sanciones ni incidencias de ningún tipo; Los empleados, invirtiendo en ellos, en su formación y dotando de estabilidad a sus familias; y la sociedad en general, dando relevancia a nuestro compromiso con la educación a través de nuestra colaboración en la Universidad desde hace 25 años y siendo honestos en nuestra responsabilidad de cumplir la letra y el espíritu de la normativa cada vez más exigente en términos de cambio climático y de lucha contra la desigualdad. Entendemos nuestra responsabilidad fiduciaria como nuestra manera de ayudar a nuestros clientes a ser actores, aunque indirectos, en la consecución de un mundo más habitable y mejor para todos.

Aunque pueda parecer algo poco destacable en la actualidad dentro de la corriente ASG (criterios ambientales, sociales y de gobernanza), empieza a ser destacable cuando decimos que todos estos puntos encajan perfectamente dentro de nuestro Modelo de Conducta, redactado en 1990.

Cuando no era lo común, cuando la tradición y los mitos decían que el mundo empresarial era duro e inmisericorde, las personas integrantes del Fineco primigenio ya intuyeron que había que pensar más en el bien común que en el suyo propio y declararon su intención de remar contracorriente generando sorpresa y admiración a partes iguales, y estableciendo las bases del Fineco actual.

¡Qué disfruten de la ópera!

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