“Cavalleria Rusticana” y “Pagliacci” y el valor del trabajo

La “Conferencia Fineco Ópera” nace por nuestra inquietud de poder ofrecer a nuestros clientes una actividad diferente, atractiva e interesante, fuera del ámbito económico-financiero, aunque de alguna forma relacionado con él.

 

 

Cavalleria Rusticana y Pagliacci

Pongámonos en situación. Finales del siglo XIX. Época cruda, gris y con sabor a metal. Todo el mundo desarrollado está sumido en una revolución industrial que convierte ciudades en fábricas humeantes y las llenan de trabajadores venidos del campo que intentan buscar una vida mejor.

Esta es la época en la que surgen estas dos obras maestras. Independientes entre sí, pero con una gran tradición de representarse juntas, ambas son máximo exponente de la corriente conocida como “verismo”.

El verismo buscaba la recreación más realista (a veces sórdida o violenta) de la vida contemporánea, especialmente la vida de las clases más bajas. En este caso, tanto Cavallería Rusticana como Pagliacci tratan el amor, la traición y el dolor en un contexto donde seguían predominando los duelos a muerte por afrentas varias.

Ese mundo campesino dejaba poco a poco lugar a las grandes urbes, a las asociaciones de trabajadores, de empresarios, de comerciantes y el éxodo rural era una realidad constante. La vida latía ahora bajo el hierro y el hormigón en vez de bajo hierba y tierra para arar.

Concretamente, centrándonos en aquello que convirtió a Bizkaia en referente del mundo industrial y empresarial peninsular, varios eventos de índole financiero tuvieron lugar en esos años que a continuación vamos a destacar. El primero de ellos fue un claro aglutinador de todo este tejido empresarial: la constitución de la Bolsa de Bilbao en 1890, sin duda uno de los hitos que impulsó todo lo que estaba por venir.

Un año después, en la primavera de 1891, se fundó el Banco de Comercio por diversos mineros y navieros, liderados por Víctor Chávarri y Ramón de la Sota, dos de los hombres de negocios más influyentes en Bilbao a finales de ese siglo. Al fundarse el banco se rompió el monopolio financiero que ejercía desde 1857 el Banco de Bilbao. Adicionalmente, en 1892 empezaban a darse los primeros movimientos para la fusión entre Altos hornos de Bilbao y La Vizcaya que, tras la inclusión de La Iberia en dicha operación, daría lugar a Altos Hornos de Vizcaya.

Fusiones, creaciones de empresas, cotizaciones y mercados nos han traído hasta aquí. Pero también el trabajo duro, la voluntad de mejora, la honradez y la seriedad de aquellos hombres y mujeres.

En Fineco, siempre hemos compartido y creído en valores innegociables como: credibilidad, entrega diaria, desarrollo del talento y compromiso, entre otros. Son estos valores los que dan durabilidad y buena reputación a nuestro proyecto empresarial. Tras 37 años aplicándolos y transmitiéndolos a todas las personas que integran esta firma, podemos decir que sí se pueden hacer grandes finanzas desde Bilbao.

Queremos aprovechar estas líneas para rendir un homenaje a todos aquellos emprendedores, visionarios y trabajadores incansables que, durante aquella revolución, promovieron un cambio de paradigma y forjaron una realidad de la que todavía nos nutrimos hoy en día.

¡Qué disfruten de la ópera!

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