In Memoriam - Daniel Ardanza (D.E.P)
21 de enero de 2021. Ha fallecido Daniel Ardanza, Presidente de Fineco desde 1989 hasta su jubilación en 2018. A lo largo de estos casi 30 años Dani fue el líder que consiguió transformar una pequeña “start-up” financiera de finales de los años 80 en el maravilloso proyecto que es actualmente Fineco.
Líder visionario, con un enorme conocimiento multidisciplinar al que sumó una intuición prodigiosa, una rara combinación que le permitió ser capaz de adaptar Fineco a los enormes cambios que surgieron a lo largo de tres décadas
Líder humanista, obsesionado por las personas. Dotado de una inteligencia emocional fuera de serie que le permitió atraer a Fineco el talento de unos profesionales excepcionales, creando además las bases para que este talento se desarrollara y llegara a sus máximos niveles. Un mago de la gestión de la diversidad que siempre defendió los intereses colectivos por encima de los intereses individuales.
Líder ejemplar, que siempre predicó con el ejemplo. Trabajador incansable, exigente con todos, sobre todo consigo mismo. Persona de profundos valores consideraba el conocimiento ético más importante incluso que el conocimiento técnico. Honestidad, esfuerzo, compromiso, lealtad, gratitud… son, gracias a él, atributos indelebles de nuestra cultura empresarial. Valores que trasladaba a su máxima expresión en la defensa de los intereses de los clientes por encima de ningún otro objetivo, “los clientes, el alfa y el omega de Fineco”.
Líder soñador, con él todo era posible, todo era alcanzable. Cuestión de estrategia e ilusión. Soñó y consiguió hacer finanzas del más alto nivel desde Bilbao; soñó y consiguió una alianza con BBK -actualmente Kutxabank- diferente y superior a ninguna de las que se habían hecho hasta entonces. Soñó y consiguió diseñar productos con una sofisticación tecnológica impropia para empresas de nuestro tamaño. Soñó y consiguió hacer realidad el sueño de que Fineco le sobreviviera.
Se nos va el maestro, se nos va el compañero, se nos va el amigo. Nos quedan las huellas imborrables del apasionante camino recorrido juntos. Huellas que siempre formarán parte de nuestro camino futuro.
Begoña, María, Eli: sois parte de esta maravillosa familia que creó Dani; no podemos sentirnos más cerca de vosotras. Vuestros sentimientos son los nuestros. El abrazo más grande del mundo en nuestro nombre, y en el de todos esos clientes a los que Dani dedicó tanta pasión y que tanto le apreciaron.
Dani: Nos dejas un vacío inmenso. Un vacío solo comparable al volumen de esas enseñanzas que jamás olvidaremos y que seguirán siendo el faro que ilumine nuestro día a día. Continuaremos empeñando todo nuestro esfuerzo en mejorar tu querido Fineco.
Descansa en Paz. ¡Nos volveremos a ver algún día!