El arte de vivir en minoría

A diario nos llegan noticias de minorías maltratadas, con afrentas recurrentes a sus derechos, que se manifiestan para visibilizar sus dificultades. Y es que las minorías han sido y siguen siendo sinónimo de desventaja y menoscabo político, social y económico. En España sin ir más lejos, una de cada tres personas extranjeras está en riesgo de exclusión social, una proporción tres veces más alta que la de los españoles. Y es que el equilibrio entre la mayoría y la minoría es un animal difícil de domesticar. Pero existen casos de éxito que demuestran que las minorías pueden convertirse en el compañero ideal de viaje de las mayorías. Este es el caso de los inmigrantes japoneses y sus descendientes radicados en Brasil. Actualmente viven más de 2 millones de japoneses en Brasil, la colonia japonesa más grande del mundo, fuera de Japón. Antaño denostados y ahora respetados, los brasileños de origen japonés han logrado el respeto y la aceptación de la sociedad local tras años de esfuerzo y dedicación. 

En el mundo de la inversión, los fondos de capital riesgo (Private equity) han adoptado principalmente una política de inversión centrada en la toma del control de las empresas participadas, quedando el empresario fundador relegado a un papel minoritario y en muchos casos, secundario. Los resultados para el inversor de dichos fondos de mayorías avalan este modus operandi, logrando rentabilidades en muchos casos de doble dígito, gracias a planes de crecimiento acelerados. Ahora bien, los empresarios, en su mayor parte, acaban abandonando los proyectos que en su día alumbraron y ayudaron a crecer. En contraste, el rol minoritario es práctica habitual en los fondos de capital semilla (Venture Capital). Y la figura del emprendedor es clave para el éxito del proyecto y la decisión de inversión. En los últimos tiempos, los fondos de Private Equity se están sumando a esta tendencia, buscando nichos de mercado y oportunidades no explotadas. Las grandes gestoras como Apax, CVC, KKR cuentan con fondos de minorías y unas pocas gestoras nacionales han decidido aventurarse en este tipo de inversión. Sin embargo, hoy en día a nivel global, la inversión minoritaria tan sólo supone el 15-20% de todas las inversiones realizadas. 

Desde Fineco Banca Privada Kutxabank, buscamos posicionarnos cerca del empresario para aportarle el capital necesario para abordar procesos de crecimiento, internacionalización, reordenación del accionariado, sin que por ello deba perder los mandos de la nave. Si bien es necesario alcanzar un pacto de socios que proteja a la minoría, el escenario ideal, como los equilibrios antes descritos, no contempla el uso de la maquinaria legal. Y es que la premisa clave es la confianza plena en el accionista mayoritario y el equipo directivo de la participada. Esto nos obliga a seleccionar minuciosamente a nuestros compañeros de viaje. Buscamos compañías en crecimiento, rentables, con proyectos ambiciosos y que cuenten con una ventaja competitiva sostenible. Empresas cuyos equipos sean competitivos y estén altamente motivados. Porque para Fineco Banca Privada Kutxabank, la alineación de valores con los accionistas y directivos de las participadas es tremendamente importante. En  definitiva, buscamos empresas buenas lideradas por buenas personas.

Esta nota ha sido elaborada por Ander Ortiz de ZárateDirector de Inversiones Alternativas de Fineco, para su publicación en el Anuario 2021 de Estrategia Empresarial.

Aurreko berriakGestión Programada en máximos históricos
Hurrengo albisteakAlzira, la perseverancia y la vida